jueves, 31 de marzo de 2011

Metas

EL ÉXITO

Ahora que sabemos que no sólo podemos tener éxito en nuestras vidas sino que es nuestra responsabilidad incrementar en todas las áreas de nuestra vida. Miremos, 5 de ellas en las cuales si las desarrollamos podemos multiplicar el talento o talentos que ya poseemos.

Ya que se tienen ideas, pero nunca las ejecutamos.
Se fijan metas pero nunca las logramos.
Tenemos sueños, pero nunca los alcanzamos.

Y en algún momento de nuestra vida sucumbimos ante la idea de que probablemente no tenemos las condiciones que se requieren para ser exitosos como ciertas otras personas. Otros no tienen muchas aspiraciones en la vida y se conforman con lo que tienen. Simplemente no perciben la necesidad ni la posibilidad de superarse y de lograr más en la vida. Y nunca faltan aquellos que creen que el éxito tiene un ingrediente significativo de suerte y que simplemente no les tocó a ellos.

¿ Cual es entonces el secreto para el éxito ?
¿ Todos pueden ser exitosos o es un destino reservado sólo para unos pocos ?
¿ Qué diferencia hay entre una persona exitosa y las demás ?

En primer lugar, el éxito no es un accidente ni es cosa de suerte. Cuando vemos a una persona exitosa muchas veces desconocemos sus luchas, sus fracasos y el arduo trabajo que la llevó al lugar en el cual todos la admiran y le aplauden. En vez de alimentar nociones románticas sobre sus éxitos, deberíamos tener siempre presente que esa persona ciertamente vivió momentos en los cuales primaron " la sangre, el sudor y las lágrimas " sobre cualquier retribución ya sea monetaria o de otra índole.

En la parábola de los talentos ( Mateo 25: 14-30 ) se cuenta la historia de un señor que reparte talentos a sus siervos y se va lejos. Después de muchos años vuelve para evaluar el desempeño de sus siervos. Lo interesante es que no reparte la misma cantidad de talentos. Uno recibe 5, otro recibe 2 y otro más recibe solo 1 talento, de acuerdo a sus habilidades. Sin embargo, queda claro que el señor espera que todos multipliquen sus talentos, independientemente del número que hayan recibido. Al final de la historia reconoce el rendimiento de los siervos fieles por igual y se enoja con aquél quien no incrementó su talento.

¿ Que aprendimos con está historia
° 1) En primer lugar, Dios no ha dejado con las manos vacías para desarrollarse e incrementar en la vida. Todos tenemos al menos un talento con el cual tenemos la posibilidad de prosperar.

° 2 ) En segundo lugar, el desarrollo de nuestros talentos no son una opción, son una responsabilidad. Todos somos llamados a incrementar lo que se nos ha entregado, no solo para beneficio propio, sino para aportar a nuestra comunidad.

° 3 ) En tercer lugar, no todos tenemos el mismo propósito en la tierra, algunos tienen mayores responsabilidades que otros, porque tienen el llamado de trabajar más. pero son más eficientes en lo que hacen, Se organizan, se dedican a lo que saben hacer bien y el resto lo delegan.

° 4 ) Todos tenemos cierto circulo de influencia, Siempre nuestros actos influyen en la vida de otros en mayor o menor grado. Las personas que triunfan en la vida están concientes de que su éxito depende de su capacidad de influenciar y de persuadir alas personas que tiene a su alrededor a favor de sus ideas y proyectos.

° 5 ) Subyacente a todas las áreas anteriores se encuentra fuerte sentido de propósito que literalmente propulsa a la persona exitosa hacia adelante, Tiene una visión clara de lo que quiere lograr y normalmente sus aspiraciones van más allá de una retribución meramente económica, ejecuta su labor diaria con la pasión, que alberga un gran sueño en su corazón

"TANTO EL ÉXITO COMO EL FRACASO SON LEGÍTIMOS.
EL FRACASO: PORQUE NO TIENE PADRES;
EL ÉXITO PORQUE TIENE MUCHOS."
( De clásicos Griegos )
















viernes, 18 de febrero de 2011

PIPIOLO

Me gusta la gente que no le pone obstáculos a la vida, y que por el contrario vive derribando las alambradas, rellenando los baches y haciendo que el camino sea fácil para todos, y que en vez de cerrar las manos para formar un puño las abre para manifestar una bienvenida

Y la que convierte los gritos de los otros en una canción de esperanza y de felicidad para todos; y que deja las puertas abiertas, los salones iluminados, los caminos sin maleza y los sentimientos sin el camuflaje de las máscaras.

Me gusta la gente que no enseña mandamientos sino que distribuye sugerencias destinadas a limarle a la vida sus aristas difíciles, la que siembra sueños para que cosechemos ilusiones, y la que construye aljibes para guardar el milagro de las llovisnas con destino a las futuras épocas de sequía,

A la que no tiene miedo, de sus palabras por que las ha convertido en música del dialogo y de la convivencia, la que levanta castillos de fraternidad con los adobes que dejaron abandonados la maledicencia y la envidia.

Y la que sabe jugar en los recreos y habla del paraíso en los velorios y canta en la soledad de los caminos para que se nos acorten las distancias.

Me gusta la gente que no le teme a la generosidad y la que es capaz de compartir el pan y la confianza, y la que edifica un castillo de arena para que lo habiten los peces elementales de los últimos sueños, y que enfrenta a la tropa del dolor y muestra los abanderados de la fortaleza y la que reparte a manos llenas lo que no tiene porque sabe que lo importante no es regalar lo que nos sobra sino que ofrece lo que a los demás les hace falta.

Me gusta la gente que tiene el valor de reconocer sus limitaciones y sus propios errores, y la que no le tiembla la voz cuando pide perdón humildemente.

Me gusta la gente que se equivoca, la que es capaz de redactar una enmienda, la que intenta pintar un paisaje aunque no tenga manos, la que trata de cantar una canción aunque no tenga labios, y la que da amor y ternura y entendimiento aunque las circunstancias la hayan dejado sin corazón.

Me gusta la gente que no dice que no a nada, la siempre dispuesta la eternamente lista, la que se la juega toda sin esperar ganancias, la que no le pone talenqueras a los potreros donde pastan sus recentales, y la que tiene callos en las manos de estrechas las manos de los amigos y de los enemigos con la misma dosis de comprensión y ternura, y a la que las maldiciones que escucha las envuelve en bendiciones para que nadie sepa como fueron sus malos momentos, y la que es horizonte sin fronteras, mar abierto campo roturado, abrazo interminable.

Me gusta la gente que llena el planeta de fuerza positiva, la que construye la que levanta, la que amplia, la que multiplica las posibilidades de realización, la que se entrega, la que reafirma que la vida es maravillosa e irrepetible, y que debemos vivirla con la mayor intensidad posible para que entre todos seamos capaces de construir una esperanza que no mienta y una felicidad, que nos sobreviva

Me gusta la gente. toda la gente.
Aún la que no debiera gustarme, porque no pierdo la esperanza, de que un día, se colocará del mismo lado de todos los que estamos acometiendo la tarea de hacer más hermoso y más vivible el mundo.